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¿Suelo... qué?... Revisión de Suelo Pélvico y Ejercicios de Kegel



Cambiamos de tema en La Historia de S y hoy es el turno de un gran desconocido para mí hasta mi primer parto... ¡El suelo pélvico!

Y es que así, entre agobios y no agobios, lactancia a demanda, recuperación postparto, visitas y más visitas, revisiones en el pediatra, tristezas y cambios de chip... pero también alegrías y sorpresas, logros y aprendizajes, momentos felices, detalles inolvidables y muchas, muchas, muchas fotos y vídeos... 

¡¡¡SOBREVIVIMOS AL PRIMER MES DE S!!! 

Aquel pequeño "desconocido" ya llevaba un mesecito con nosotros, no había crecido mucho... pero tampoco había perdido peso. Era un bebé muy despierto (en todos los sentidos de la palabra), muy querido por muchísima gente, y muy, muy, muy demandante... para bien y para mal. 

Yo empecé a asumir que no iba a ser el "típico bebé" que mamaba y dormía un ratito en su cuna o en el carrito, o que se quedaría en algún sitio despierto y tranquilo observándolo todo (esos bebés existen... lo prometo)... mi recién estrenado instinto de mamá me decía que era un niño "algo diferente"era yo quien tenía que cambiar el chip: había que intentar amoldarse al carácter de S y hacer todo lo posible por tener una vida "dentro de lo normal"... aunque en muchas ocasiones, esa nube de negatividad de la que ya os he hablado mucho, me seguía envolviendo por completo. 

¿Sería posible cambiar el chip? ¿Lo conseguiríamos?


Revisión de Suelo Pélvico

Pasados más o menos 40 días del parto, tuve una revisión ginecológica en el hospital para comprobar que todo estaba evolucionando dentro de la normalidad, y sobre todo para evaluar cómo había quedado mi suelo pélvico después del súper desgarro, así que allí que me fui con la tía A y con S, por supuesto, que saludó de nuevo a todo el equipo del hospital dejando a todos encantados. 

El útero tenía el tamaño que tenía que tener, los puntos del desgarro habían cicatrizado correctamente (y como eran intradérmicos no se notaba nada la cicatriz) y ya ni siquiera seguía manchando... pero mi suelo pélvico (que para las que no lo sepáis, como yo no tampoco lo sabía en su momento, son los músculos que sostienen los órganos pélvicos en su posición para que funcionen correctamente) estaba completamente destrozado, con cero fuerza, así que para recuperarlo tenía que hacer una tabla de ejercicios, los famosos ejercicios de Kegel (que no voy a explicar... porque no soy ninguna experta y es mejor que os informéis debidamente), TODOS LOS DÍAS... ¿¡Todos los días!? ¿¡En qué momento si ducharme o lavarme los dientes ya era todo un logro?!

Pero sí, el riesgo de no hacerlo sería un suelo pélvico debilitado de por vida, algo que produce (entre otros) incontinencia tanto rectal como urinaria, prolapsos, además de dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) y dificultades en próximos embarazos y partos, por supuesto... ¡y yo solo tenía 24 años y por supuesto no quería nada de eso! Así que tendría que empeñarme en hacer los ejercicios que aparecían en el folleto de Kegel que me habían dado en la consulta. 

En seis meses volverían a verme para evaluar de nuevo el estado de "ese desconocido".

Los Ejercicios de Kegel

Así que nada, además de todo el jaleo que ya tenía como madre primeriza, había que buscar un "rato de tranquilidad" para hacer los ejercicios... y era imposible. Cuando encontraba el momento (que no era, ni de lejos, todos los días), S berreaba porque era J el que tenía que quedarse con él, y mientras yo, con los berridos de fondo y la puerta de la habitación cerrada, tenía que concentrarme en contraer no sé qué músculos vaginales sin contraer ningún otro músculo... ¡era imposible!

Mientras "intentaba" hacer los ejercicios leyendo el folletito que me habían dado en el Hospital me asaltaban dudas y más dudas: ¿Qué narices tengo que contraer? ¿cómo se hace? ¿qué es lo que tengo que notar? ¿es que tengo que notar algo? ¿cómo sé que lo estoy haciendo bien? ¿¡¡¡¡¡si no noto nada, nunca he notado nada, no noto diferencia con antes del parto, cómo narices notaba esta zona antes del parto?!!!!... Entre el desconocimiento y el auto-desconocimiento, el poco tiempo del que disponía, la ausencia completa de tranquilidad durante ese tiempo, la preocupación por hacerlo bien y que no me quedaran secuelas, y todo el mejunje negativo que ya traía de cosas varias... me desanimaba muchísimo, me desmotivaba y no conseguía ser perseverante en los ejercicios (algo que, evidentemente, es contraproducente en estas cosas). 

En esos momentos me dí cuenta de la tremendísima desinformación que existe sobre algo tan importante... tanta educación sexual que recibimos a lo largo de nuestra vida y ¡nadie nos habla del suelo pélvico! A mí, al menos, no me había hablado nadie, así que si estás leyendo esto te pasa como a mí... ¡infórmate! 

No sabéis cuánto me arrepentí de no haberme informado antes, pero con antes me refiero a "antes del embarazo". El suelo pélvico se debe ejercitar lo antes posible (desde "jóvenes y solteras") y siempre (toda la vida, quiero decir) para intentar prevenir cosas como el desgarrito que me hizo S... pero si no tienes pensado quedarte embarazada... ¡da igual! También es necesario fortalecer y ejercitar el suelo pélvico para prevenir futuras pérdidas de orina, por ejemplo, e incluso conocer qué hábitos de nuestro día a día lo están debilitando sin que nos demos cuenta (porque no nos engañemos, el suelo pélvico es "un gran desconocido" para muchas de nosotras, al menos hasta que nos metemos en el jaleo de la maternidad).

Por tanto, chicas, por vuestra salud: informaos, conoced vuestro cuerpo y cómo funciona, corregid hábitos que perjudican al suelo pélvico y ejercitadlo todo lo que podáis. Lo que hagáis hoy será una inversión de cara al mañana...


¿Y dónde podéis informaros? Bueno pues por supuesto con vuestr@ ginecólog@, pero además, sé que en algunos hospitales tienen Unidad de Suelo Pélvico, y también descubrí que algunos fisioterapeutas también son especialistas en esta zona y os pueden ayudar a ejercitarla de manera consciente y orientada (algunos incluso trabajan a domicilio, algo que para una mamá primeriza en caos como yo era, es de gran ayuda)...

En mi caso, pasados varios meses (meses, sí), cuando nuestro rinconcito de lactancia evolucionó permitiéndome utilizar el ordenador gracias a una mesita de la Teletienda, descubrí esta maravillosa página web sobre suelo pélvico que os recomiendo también muchísimo (incluso escribía a las especialistas con mis dudas y ellas me las resolvían por mail súper rápido y muy bien). La página se llama "En suelo Firme" y está espectacular, tienen blog, canal de Youtube, tienda... perfecta para empezar a adentrarse en este "mundo maravilloso". 

Así que nada, gracias a eso, pude informarme un poco mejor e intentar reconducir los ejercicios... que ya hacía tiempo que había dado por imposibles...


El estado de mi suelo pélvico actualmente (5 años después)

El resultado de la consulta de los "seis meses después" os lo contaré en su momento, pero sí que me gustaría actualizaros que, después de todos esos "miedos" que rodearon a mi desgarro en ese primer año de vida de S, tipo: ¿volveré a controlar esfínteres algún día? ¿podré volver a utilizar papel higiénico? ¿dejarán de dolerme en algún momento las relaciones sexuales? ¿qué pasará con mi suelo pélvico si me quedo embarazada de nuevo?... Creo que el resultado final "no ha sido para tanto".

No os voy a mentir, no me he recuperado al cien por cien, pero comparado con el "cataclismo" que imaginaba mi cabeza en ese momento, estoy bastante bien, por ejemplo:

  • Si tengo ganas de ir al baño... puedo aguantar un pelín... pero mejor que esté cerca y pueda ir en ese mismo momento (tanto para lo uno como para lo otro).
  • No puedo correr o saltar porque noto dolor en esa zona (y a poco que tenga la vejiga llena... algo se escapa). 
  • Tampoco puedo usar Tampones con la regla porque, literalmente... se me salen nada más ponerlos (aunque eso solo me limita en verano si coincide con playa o piscina porque de normal nunca los utilizo). 

Pero...

  • Conseguí volver a disfrutar de las relaciones sexuales (a lo mejor "hay algún día" que por lo que sea mi suelo pélvico está más debilitado y noto molestias, pero es algo muy ocasional).
  • Pude volver a utilizar papel higiénico (algo que me facilitó muchísimo ir al baño, sobre todo fuera de casa).
  • Y en los siguientes embarazos y partos... No me ha dado ningún problema extra (al menos de momento). 


Así que... se puede recuperar el suelo pélvico, pero mejor si lo tenemos conocido y trabajado desde antes 😉...

... ¡Ánimo mamás!!!


¿Conocíais la importancia/existencia del suelo pélvico antes de quedaros embarazadas? ¿Os habéis informado sobre cómo trabajarlo? ¿Vuestro suelo pélvico ha sufrido daños durante vuestros embarazos o partos? ¡Contadme por aquí o en Redes Sociales!

¡Gracias, como siempre, por leerme!

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