Continuamos con las actividades de Vida Práctica acercando nuestras rutinas cotidianas a la filosofía de Maria Montessori.
Después del Lavado de Manos, la siguiente rutina que hemos escogido de nuestro día a día es: el Lavado de Dientes.
Una rutina complicada...
Podría parecer fácil... pero cuando me puse a realizar los pasos de la Infografía sobre cómo empezar a hacer nuestras rutinas más "montessorianas" me dí cuenta de que esta actividad era un pequeño reto: había que dar autonomía a una rutina que ya de por sí (con niños tan pequeños) es bastante invasiva... ya que:
- No hay opción a no hacerlo o a hacerlo en otro momento: es salud, es higiene... hay que hacerlo sí o sí después de las comidas y debería ser un límite innegociable.
- Hasta los 6 años se recomienda que sean los adultos los que cepillen a los niños (aquí os enlazo un artículo de la AEPED que lo explica genial).
Por tanto... es una de las rutinas más complejas a nuestro parecer y que en casa (aparte del baño) nos causa más tensiones (y tres veces al día... que se dice pronto).
Aún así, parece que estamos encontrando nuestras estrategias para dar a S y a R la mayor autonomía posible en esta rutina cotidiana. ¿Queréis saber cómo? ¡Pues id a por la infografía y la tabla que encontraréis en la entrada anterior y vamos a ello!
Cómo hemos acercado a Montessori el lavado de los dientes:
1. Secuenciamos:
2. Nos ponemos en la piel del niño:
Claramente... se confirma lo que decíamos al principio de esta entrada. En los pasos secuenciados (al menos en los nuestros) hay demasiadas intervenciones por parte del adulto y si el cepillado de dientes de por sí puede ser desagradable, encima añadimos esta "ligera invasión", tenemos el conflicto asegurado.
Así que, viendo esto, nos planteamos conseguir:
- Dar la mayor autonomía posible al niño interviniendo nosotros en lo estrictamente necesario (el cepillado de dientes).
- Hacer algo para animar la actividad.
3. Dificultades:
Aparte de la dificultad relativa a la autonomía, encontramos:
4. Soluciones:
Las soluciones que hemos encontrado más adecuadas a nuestra familia, nos han ayudado también en la tarea de la autonomía y en la de hacer más agradable la actividad. Son las siguientes:
- Para ponerse la toalla solos: Para esta dificultad... hemos encontrado una solución muy creativa que os contaremos en breve... porque forma parte de un nuevo proyecto en el que nos hemos embarcado ;)
- Para que R llegue al espejo: Además de tener las banquetas (que ya conocéis de la actividad anterior) hemos puesto a su altura un espejo de IKEA, sobre el lavabo y apoyado en la pared.
- Para que puedan cepillarse solos: Para solventar esta dificultad (que era la que más autonomía restaba) hemos llegado a un consenso. Primero se cepillan ellos solos sin pasta de dientes y luego les cepillo yo (como si ellos no se hubieran cepillado... a conciencia, vamos) esta vez sí con pasta de dientes. Así ellos no sienten la actividad tan invasiva como antes. Además, hemos fabricado un reloj de arena de 1 minuto que ponemos dos veces para tener 2 minutos (los mínimos que se recomiendan para el cepillado). Con él contabilizamos el tiempo que están ellos cepillándose solitos y luego el tiempo que estoy yo (así también pueden calcular cuánto voy a tardar porque se les debe hacer una eternidad mi intervención XD). Lo del reloj... ha sido todo un acierto, ya que han encontrado una nueva fuente de motivación en el cepillado dental, así que ya os haré un DIY para que podáis hacerlo en casa (además ha sido difícil dar con un resultado que nos gustara).
- Para recordar todos los pasos: Ya que hemos visto los buenos resultados con la actividad anterior, en esta hemos elaborado también una Secuencia de pasos para lavarse los dientes. Así yo me callo y ellos van mirando la secuencia (o les remito a ella si lo veo necesario) para averiguar qué paso toca. También tenemos nuestra canción que nos recuerda cuándo cepillarnos.
5. Por último...
Como decíamos en el post anterior, no debemos olvidarnos de preparar el ambiente (con todo a su alcance), los materiales (adecuados a sus necesidades y que favorezcan la autonomía todo lo posible) y la presentación (fundamental para luego poder ser modelo para los niños y para darnos cuenta de si hay algo más que podamos mejorar antes de presentar la actividad).
Os dejo con la tablita rellena para que la tengáis como ejemplo, y así veis cómo hemos terminado de acercar a Montessori esta rutina tan "intensa":
¿Habéis probado a hacer alguna rutina de vuestros peques un poco más "Montessoriana"? ¡Estoy deseando saberlo!
¡No te pierdas nada!
Suscríbete al blog y deja tu correo para que te lleguen todas las novedades
Síguenos en Instagram @con_s_de_mama
y en Facebook @conSdeMama
Síguenos en Instagram @con_s_de_mama
y en Facebook @conSdeMama
Búscanos en Madresfera a través de la insignia del menú desplegable
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario :)