TRASVASES MONTESSORI EN CASA (PARTE I)

Esta es una de las entradas que más ganas tenía de escribir desde hace tiempo... ¡menudo mes y medio llevamos más divertido gracias a los trasvases! Pero como esta era una entrada con muchísima información y la idea no es saturar... la he dividido en dos partes. 

Hoy os cuento qué son los trasvases y para qué sirven. Y es que una vez preparamos correctamente nuestro pequeño ambiente Montessori en casa, fue una de las primeras actividades que propusimos a nuestros niños... sí, a los dos. 

Los trasvases se pueden empezar a presentar a partir de los 15 meses (R tenía 17 cuando se los presenté por primera vez), lógicamente adaptaremos los recipientes e iremos aumentando la dificultad según vayan dominándolos, pero nosotros tenemos la "circunstancia" de que S y R quieren hacer exactamente las mismas cosas y a la vez... así que adaptaciones pocas. 

Dicho esto... ¡entramos en materia!

¿Qué son los trasvases?

Los trasvases forman parte de las Actividades preparadas de Vida Práctica, esas que ayudan a los niños a desarrollar habilidades y destrezas en momentos de calma y distensión que sentarán las bases para llevar a cabo con éxito otras actividades de la vida cotidiana. 

En concreto, son actividades en las que se propone al niño trasvasar o verter distintos elementos en recipientes variados, por ejemplo: verter garbanzos de un cuenco a otro, trasvasar lentejas utilizando una cuchara entre dos vasos, o trasvasar el agua de una palangana llena a otra vacía utilizando una esponja (entre otra multitud de posibilidades...)

Cuándo ofrecer los trasvases a los niñ@s

En términos de edad, como decíamos al principio, se pueden empezar a ofrecer los trasvases desde los 15 meses, por supuesto siempre con vigilancia de un adulto, ya que utilizaremos granos grandes como por ejemplo alubias o garbanzos (y los niñ@s podrían metérselos en la boca...). Podemos proponer dos cuencos de maderita (también de plástico, pero en Montessori es importante que los materiales sean naturales siempre que sea posible) que los niñ@s deberán volcar para cambiar los granos de cuenco en cuenco. 

Además de la edad, lo propio es observar a los peques (Montessori no se guía por edades sino por intereses y periodos sensibles). En nuestro caso observamos que S tenía mucho interés en servir la comida y que uno de sus juegos favoritísimos es trasvasar con excavadoras o palas todo lo que se le ponga por delante (arena, piedras, palos, trozos de corcho, trozos de papel, monedas...) A veces incluso imagina que la cuchara con la que servimos la comida es la pala de una excavadora. 

R, que observa muy de cerca todo lo que hace S, también quiere las mismas cosas por imitación de su hermano. No es tan fan de las excavadoras (aunque hace sus pinitos con ellas también), pero está deseando que le deje la cuchara para echarme el azúcar en el café, o el cacao en la leche. Así que decidimos incluirla también en los trasvases... Además, de lo contrario, teníamos conflicto asegurado...

Al principio pensamos en preparar trasvases diferentes para cada uno, pero como os podéis imaginar con todo esto que os cuento... fue un fracaso absoluto, así que hacemos propuestas idénticas para los dos. 

Vale... ¿Y para qué sirven los trasvases?

A veces me preguntan que si no sería más productivo que me dejara de "extravagancias" y enseñara a S a sumar, restar, leer o escribir... Entonces cuento tooooodo lo que está aprendiendo y desarrollando S (y por consiguiente, R) gracias a los trasvases y... os mentiría si no os dijera que hay reacciones de todo tipo: los que confían en mí y me creen, los que ponen cara de "estás chalada" y siguen en sus trece, y los que hacen que me creen pero por dentro piensan "te la han colao" 😂😂😂

Pero lo cierto es que los trasvases sirven para muchas cosas... Por ejemplo:

¿Qué os parece? ¿A que es una actividad bien completita?

Y digo yo... ¿no será mejor respetar los ritmos de nuestros niños y prepararles bien para todos esos aprendizajes "tan importantes" (que para mucha gente se resumen en lectoescritura y matemáticas)? Estoy segura de que si les permitimos prepararse a su ritmo y disfrutando, cuando llegue el momento, el resto será "coser y cantar", porque además ellos estarán verdaderamente interesados en esos aprendizajes que para muchos son "fundamentales en la etapa de infantil".

Pero... ¿sabéis lo mejor de todo? Ver cómo ellos se lo están pasando bomba con estas actividades: cuando terminan de comer están deseando ir a "jugar con las lentejas", pueden estar un buen rato concentrados en ello, lo sacan en numerosas ocasiones a lo largo del día... se les ve disfrutar, pero además, te lo dicen. Nunca se me olvidará la carita y la sensación de gratitud que me produjo cuando S, el día que les presenté la actividad con las cucharas de madera, se puso a dar saltos de alegría y me dijo "Gracias, Mamá". En ese momento, se me confirmó un poquito más que todo este "trabajazo" que lleva el educar en casa... está mereciendo la pena 😊.

Por eso os invito, aunque no eduquéis en casa, a probar estas actividades 😉

¿Qué os parece? ¿Sabíais la utilidad de los trasvases? ¿Estáis de acuerdo con la importancia de ofrecer al niño actividades que pueda disfrutar y desarrollar a su ritmo?

En breve, la segunda parte en la que os contaré cómo hemos puesto los trasvases en práctica en casa y los resultados tan estupendos que estamos obteniendo ¡No os lo perdáis!

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