Hace mucho que no os actualizaba sobre nuestro Proyecto. La verdad es que últimamente estamos tan enganchados a los materiales Montessori que a veces se nos queda en un segundo plano y las Navidades en medio tampoco lo han puesto muy fácil...
Pero ya que hemos quitado la decoración navideña y volvemos a tener nuestro salón preparado para el aprendizaje, el Proyecto ha recobrado interés. Además... ¡no queda nada para que nazca M!
Y la prueba de todo ello es que esta semana me han pedido tres actividades (por falta de una) relacionadas con los embarazos. Cuando recolocamos nuestro salón, S volvió a recuperar las Tarjetas de Nomenclatura (de verdad, no me cansaré de repetir lo maravilloso que es este material para este tipo de Proyectos), y me pidió que se las explicara de nuevo. R también quiso participar y estuvimos un buen rato viendo las tarjetas y recordando lo que era cada foto.
Esta vez les sorprendió la tarjeta del Parto, y comenzaron las preguntas: "¿Por qué salen así los bebés? ¿Y duele? ¿Y cómo caben por el agujero? ¿Y cuándo es el momento? ¿Y después el útero vuelve a ser pequeño?..." Así que aproveché para hablarles del tema utilizando el libro de: "Arturo" de Oli y Marc Taeger (Ed. Kalandraka), que además es uno de sus preferidos.
El libro... (Atención: spoiler)
El libro cuenta paso a paso el nacimiento de un pollito, centrándose en lo que el pollito siente en cada momento del proceso y termina de una manera preciosa con el pollito Arturo muy a gusto en los brazos de su mamá.
Las ilustraciones además son muy sencillas. Los dibujos resultan muy expresivos gracias al contorno grueso de color negro y a la utilización de colores básicos bastante planos. El fondo es prácticamente blanco o inexistente, para dar más protagonismo aún a las acciones y sentimientos del personaje... Así que es ideal para peques porque, de nuevo, es de estos cuentos que podrían narrarse utilizando solo las imágenes como si fueran viñetas.
Además es de cartón, lo que facilita la tarea de pasar las hojas a niños bastante pequeños, de formato cuadrado y relativamente pequeño y, por tanto, manejable para ellos. R disfruta mucho viendo el cuento ella sola en cualquier momento de calma.
¿Y cómo lo utilicé para hablar del Parto con mis hij@s?
La verdad es que desde que lo cogimos en la Feria del Libro de este año me sugirió este tema, solo estaba esperando "El Momento" 😂.
Lo hemos leído muchas veces desde entonces, pero esta vez lo hicimos ayudándonos de las Tarjetas de Nomenclatura del Proyecto, para que los peques pudieran concretar un poco más aquello de lo que les estaba hablando.
Os cuento cómo:
- Lo primero que nos dice el libro es que el pollo Arturo ya estaba incómodo dentro de su huevo. En la imagen que acompaña el texto se ve, de hecho, a un pollo Arturo bocabajo y un poco "espachurrado" por la falta de espacio. En ese momento les enseñé la Tarjeta de los 9 meses de embarazo y les expliqué que a los bebés les pasaba lo mismo. Mi barriga sería el huevo y M ha ido creciendo tanto que ya no cabe en ella. Además estaría ya dado la vuelta y preparado, como en la tarjeta.
- Después el pollo Arturo patalea, como M, que ya da unas buenas patadas, tanto que los peques las notan perfectamente. Así que podemos hacer referencia a las patadas del bebé: siente lo mismo que Arturo, ya no cabe en la barriga.
- Y entonces... el pollo Arturo rompe el huevo con su pico y sale del cascarón... Este sería el momento del parto. Podemos hablar de las contracciones, de la rotura de la bolsa y de como los bebés suelen estar preparados para descubrir el camino hacia el exterior del útero, en el que han pasado tantos meses. Todo esto ayudándonos con las Tarjetas, en esta ocasión la del parto.
- Cuando sale... el pollo Arturo siente que todo es enorme y frío y que él está solo e indefenso... ¡exactamente igual que un recién nacido! Y echa mucho de menos el calorcito del útero en el que ha pasado tanto tiempo, tranquilo, protegido, sin problemas, en paz...
- Lo único que puede devolverle un poco esa sensación de protección es... ¡su mamá! Y (ahora viene mi parte favorita) así sucede: una sombra cae sobre Arturo quien, inmediatamente, conecta con esa sensación y cae dormidito sin saberlo en los "brazos" de su mamá gallina. Y esto es... la exterogestación, así que podemos aprovechar para hablar a nuestros peques de las necesidades de los recién nacidos: necesitarán un ambiente tranquilo, calentito, ropita que les proteja del frío, y desde luego, necesitarán mucho, mucho, muuuucho a mamá, así que es muy posible que mamá "viva" con el hermanit@ en brazos (o en el pecho, o en un fular...) prácticamente todo el día... y ahora va la pregunta... ¿cómo les afectará a ellos, los mayores?
Aquí de nuevo constaté cómo S parece que se acuerda perfectamente de cuando nació su hermana, algo que me deja bastante tranquila, porque "más o menos" sabe "lo que le espera" y lo que puede esperar él de M... Aunque, evidentemente, cuento con que tendrá sus momentos.
La pobre R en cambio... me temo que va a tener que vivirlo, pero creo que no está de más que les ayudemos anticipando algunas cosillas si ellos están interesados, y un recurso estupendo es el Pollo Arturo 😊.
Eso sí... anticipar no implica (al menos en mi caso) decirles cosas como: "Y tendrás que ayudarme a cuidar a M", "Y como tú serás mayor tendrás que entender que M me necesite más", "¿Serás un buen herman@ mayor?", etc... No, simplemente me limito a narrar cómo será el comportamiento y las necesidades de M y cómo yo, su mamá, responderé a esas necesidades... S y R se comportarán como lo que son, un S de 4 años y una R de 2, y no quiero imponerles la carga de unas expectativas de "comportamiento" que no les corresponden.
¡IMPORTANTE!
Sé que cada parto es un mundo y que generalizar es delicado. Lo mismo ocurre con cada crianza. Pero creo que, al hablar de cada parte del libro con los peques, podemos adaptar la historia según nuestra experiencia previa o nuestras ideas.
Así podemos hablar (por ejemplo) de que hay partos que, por las circunstancias que sea, se tornan en cesáreas, hay bebés que nacen "antes de tiempo" y requieren de otros cuidados y atenciones, y hay mamás que eligen dejar a los bebés en su cunita en lugar de colechar o en un moisés en lugar de llevarlos "todo el día pegados con un fular".
Por tanto, si vais a usar este recurso, adaptad las explicaciones a vuestra historia/circunstancia familiar con total libertad 😉. Lo que yo os cuento aquí es tan solo un ejemplo basado en mi experiencia actual.
Lo más importante de todo... es hablar con ellos e implicarles en el proceso.
¡Y eso es todo!
¿Qué os parece? ¿Habláis de "partos" con vuestros peques? ¿Les anticipáis cómo "va a ser" cuando nazca su hermanit@? ¡Contadme por aquí o en RRSS!
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