Hace mucho tiempo que no actualizo nuestro Rincón Montessori (que ya ha crecido un montón también), así que hoy os quiero enseñar dos actividades muy sencillas que he preparado para R y que no requieren apenas de materiales o de tiempo de preparación. Se trata de las Cajas de Clasificación y pertenecen a las Actividades de Vida Sensorial.
Hacia los 2 años (edad de R) los niños, según María Montessori, entran en el periodo sensible del orden, y esta actividad responde fácilmente a esa necesidad, así que les suele resultar muy interesante y enriquecedora.
Además se puede hacer con un montón de materiales diferentes e ir aumentando la dificultad al seleccionar materiales más parecidos entre sí, variando el criterio de clasificación o incluso vendándoles los ojos si ellos quieren.
¡Os cuento cómo la hemos preparado nosotros!
¿Cómo hemos preparado nuestras Cajas de Clasificación?
La Primera Caja
En nuestro caso, hemos preparado dos tipos de cajas. La primera caja es un clasificador de cubiertos de madera que encontramos en un bazar (pero podéis usar un cuenco grande por ejemplo y tres pequeños ). Tiene 3 espacios paralelos entre sí y uno perpendicular a todos.
En el perpendicular coloco tres unidades de tres objetos diferentes, por ejemplo: 3 corchos, 3 conchas y 3 piedras. Después le muestro a R cómo separarlos en cada uno de los espacios paralelos y le digo que en cada espacio solo hay objetos iguales. Luego los vuelvo a mezclar en el espacio perpendicular y es su turno.
No me hizo falta más que una presentación para que ella supiera cómo actuar con este material que, además, le encanta ¡no os imagináis lo contenta que se puso la primera vez que lo hizo ella sola y vio el resultado!
Podemos ir variando los objetos cuando se aburra de los que tiene, por ejemplo: 3 castañas, 3 nueces y 3 avellanas, o 3 hojas de chopo, 3 de pino y 3 de olivo, 3 pinzas, 3 botones y 3 tapones (no tienen por qué ser solo objetos naturales)... ¡Hay muchísimas posibilidades!
La Segunda Caja
Esta segunda caja entraña un pelín más de dificultad (la preparé pensando más en S aunque R ya la resuelve sin problema). Se trata de seleccionar los mismos objetos pero que tengan UN criterio diferente de cara a la clasificación. Por ejemplo: Botones grandes y botones pequeños. El criterio para separarlos es el tamaño.
Es muy importante que nos aseguremos de que los objetos a clasificar aquí solo siguen un criterio de clasificación cada vez. Es decir, si queremos que clasifiquen botones por colores, los botones deberían ser del mismo tamaño, material y forma, pero de colores diferentes.
La preparación de esta foto no funcionaría, por ejemplo, ya que si nuestro objetivo es que el niñ@ clasifique los botones por tamaños es posible que se fije en el color y lo haga por colores:
Esta caja la hemos preparado con una cestita de asas y dos botes de cristal, uno para los botones grandes y otro para los pequeños (si quisiéramos añadir "botones medianos" añadiríamos otro botecito de cristal más), y se presenta igual que la caja anterior.
Al principio buscamos botones "exageradamente grandes" y "exageradamente pequeños", pero poco a poco iremos aumentando la dificultad buscando objetos más parecidos entre sí en tamaño (en este caso) para que el niñ@ vaya afinando sus percepciones.
Y como antes, si el peque no se asusta, podemos jugar a taparle los ojos y que distinga el criterio con el tacto.
¿Qué beneficios tiene esta actividad?
Los niñ@s (y los adultos...) perciben y comprenden el mundo que les rodea a través de sus sentidos. María Montessori los describía como "exploradores sensoriales", así que una de nuestras misiones como mediadores entre "el mundo" y ellos es animarles a mantener sus sentidos bien despiertos. Esta actividad es perfecta para ello.
Además de sus sentidos, al clasificar, el niñ@ pone en práctica el pensamiento lógico, que sentará las bases del pensamiento matemático e incluso de la lectoescritura (para leer y escribir tenemos que poder diferenciar una b de una p por ejemplo).
Desarrollaremos también la atención y la concentración, su conocimiento del entorno al presentarle los distintos materiales, el lenguaje utilizando el vocabulario correcto tanto para nombrar los materiales como para describir sus características... ¿Alguien da más?
Para el niñ@ esta actividad será un un juego muy gratificante con el que seguirá desarrollando sus manitas, tan importantes para el resto de sus aprendizajes.
¿Y si mi hij@ tiene más de 2 años?
Puedes buscar una actividad de clasificación acorde con sus intereses y con la dificultad que necesita. Por ejemplo: clasificar animales por el lugar en el que viven (mar, tierra, aire), clasificar números por pares e impares, clasificar sabores por salados o dulces...
Id proponiendo y el interés del niñ@ en la actividad os irá guiando en vuestras propuestas. La prueba es que ahí tengo yo a S, encantado también con la caja de clasificación de R. ¡Las actividades sensoriales encantan a pequeños y mayores!
¿Os animáis a probar esta actividad? ¿Qué otros ejemplos de clasificación se os ocurren?
¡Gracias por leerme!
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