El domingo pasado os hablaba de la Importancia de Cuidar a la Mamá y lo "olvidadas" que nos tiene la sociedad a las mamás en el postparto... y este domingo hablamos de los otros olvidados que juegan un papel fundamental en la ecuación familiar: los recién estrenados papás.
La olvidada necesidad de cuidar al papá en el postparto
Y es que si cuidar a la mamá durante el embarazo, el postparto y "el tiempo que haga falta", es fundamental en todo este proceso... cuidar al papá (obviamente, si lo hay) no es menos importante... Lo sé, él no ha dado a luz, no tiene recuperación postparto, no da el pecho al bebé... pero también es novato en todo esto de la paternidad, puede sentirse abrumado por tantas cosas, puede tener sentimientos encontrados y, sobre todo, tiene la presión añadida de saber que es un apoyo fundamental para la recién estrenada mamá.
Por desgracia, muchas veces, los padres quedan bastante olvidados, incluso hasta por nosotras (no sé si se nota, pero entono el mea culpa). La verdad es que yo no había caído en la cuenta de ello, hasta que, ya acabando el embarazo de S, un amigo me dijo: "cuando nazca S, no te olvides de J".
Así que, cuando nació S, intenté por todos los medios que J no se sintiera ni desplazado, ni olvidado, sobre todo por mi parte, aunque todos los que rodean a una recién estrenada familia deberían tener en cuenta esta recomendación.
Mi experiencia es que cuando das la noticia del embarazo... se felicita muchísimo más a la madre, toda la atención va hacia ella, es a ella a quien le suele llover el mayor número de preguntas: "cómo estás, qué tal las náuseas, estás contenta, qué quieres niño o niña...???", y los padres los que reciben mil veces eso de "ahora tendrás que cuidarla mucho".
Cuando nace el bebé suele haber muchos regalos para el bebé, algunos para la madre y si acaso, alguno para el padre, las felicitaciones de nuevo suelen ir hacia la mamá, y por supuesto todo el mundo quiere estar pendiente de la mamá y de su bebé... pero el pobre padre recibe menos cuidados mientras se le exige (directa o indirectamente) que preste aún más atenciones a la mamá y al bebé.
Y cuando tiene lugar la vuelta a casa... la madre (lógicamente) está completamente volcada en el dependiente bebé, tanto en cuidados, como en "estreses", como en "cuchimonas"... el bebé incluso muchas veces rechaza al padre, solo deja de llorar si lo coge la madre, el pecho solo se lo puede dar la madre... y la madre puede correr el riesgo de verse absorbida por el recién nacido y el intentar sobreponerse cuanto antes al agobio, el cansancio, las consecuencias del parto...
Yo pensaba mucho también cómo podría sentirse J en esas situaciones en las que yo lloraba en un hombro y S en el otro, momentos en los que tenía que darme masajes en la espalda mientras yo intentaba ir al baño, horas y horas en las que tenía que aguantarme diciendo barbaridades producidas por el cansancio, días y días en los que tenía que lidiar con el aluvión de Whatsapps y visitas, y meses y meses en los que parecía que le trataba como mi esclavo, con muchas exigencias, olvidando las palabras "por favor" y "gracias" , como si su única obligación en este mundo fuera socorrerme urgentemente... Tuvo que ser muy duro.
Si a nosotras nos puede costar crear vínculos con el bebé y "al menos" ya lo hemos tenido dentro, para un padre tiene que ser todavía más trabajoso... y más aún si el bebé demuestra que no quiere estar con él ni un poco... como hacía, clarísimamente, mi S.
Ser padre es igual de difícil que ser madre, así que también se merecen estar cuidados.
¿Y cómo podemos hacer las mamás para cuidar a los papás en esos momentos en los que, encima, "no podemos más"? Pues a mí se me fueron ocurriendo cosas, tanto durante el embarazo, como durante el postparto y por supuesto durante mucho tiempo después. Cosas que hice y cosas que no hice y debería haber hecho, pero que intenté tener en cuenta en el postparto de R y que intentaré tener en cuenta de nuevo cuando nazca M (como siempre digo, de todo se aprende). Algunas de esas cosas son:
Durante el embarazo:
Durante el embarazo:
- Por ejemplo, aunque me suena raro, yo prefiero decir eso de "estamos embarazados" que "estoy embarazada". Primero porque el lenguaje es fundamental (el cómo decimos las cosas muchas veces influye en el resultado que queremos obtener... no es ningún secreto), segundo porque así el papá va siendo consciente de que él también participa del proceso (aunque de otra forma), y los demás... también son conscientes de que un embarazo es cosa de dos (si se ha elegido así), y puede que les ayude a tener más en cuenta al papá...
- Durante el embarazo, mucha gente os pedirá tocar las pataditas del bebé... yo no dejé que nadie lo hiciera hasta que J no consiguió notar una patadita, y así contestaba a la gente. Son cosas que aunque parezcan tonterías, para mí pueden convertirse en detalles que marquen un poquito la diferencia y creo que a J también le ayudaba a sentirse importante y más partícipe dentro del embarazo (y no solo para sujetarme el pelo o cocinar mil platos al día...)
- Por supuesto, es importante hacerles partícipes de todas las decisiones, ilusiones, sueños, expectativas, miedos... y escuchar también los suyos... porque los papás también pueden tener miedo a ser papás (evidentemente).
- Esta me era muy difícil en el embarazo de S (ahora ya menos porque estamos a mil cosas 😂) pero creo que hay que encontrar el equilibrio e intentar no estar todo el día a todas horas hablando del bebé y las cosas del bebé... que hace ilusión, pero puede saturar (sobre todo si sois taaaaan motivadas como una servidora, que cuando se obsesiona con algo... ¡no para!)
- Si se puede, creo que es fantástico hacerles partícipes también de todo lo relacionado con el embarazo, médicos, parto, postparto... a nosotros nos ayudaba mucho informarnos juntos de cada cosa relacionada con el tema. También es importante explicarles el por qué de vuestras decisiones y tener en cuenta su opinión también. J y yo íbamos siempre que podíamos juntos a las revisiones... y eso también ayuda al papá a sentirse parte del proceso (bien es cierto que en los embarazos de S y R el hecho de que J estuviera en el paro ayudaba bastante).
- Escuchad al papá también, y si no es de mucho "hablar, soltar o desahogarse"... no le presionéis, pero hacedle saber que estáis ahí y que sabéis que también le cuesta la novedad y el cansancio, y que sabemos que también sufren al vernos sufrir a nosotras y que puede que se sientan impotentes por no poder "ayudar". Creo que hay que entender que su papel de padres recién estrenados... tampoco es fácil.
- Preparad algún regalito especial de recién estrenado papá para cuando lleguéis del hospital poder agradecerle todo lo que ha hecho y todo lo que hará por vosotras y por vuestro bebé.
- Buscad momentos que sean solo del bebé y el papá (cambiar pañales nocturnos no vale 😂). Ellos no pueden darle el pecho, pero pueden bañar al bebé, por ejemplo, y también son momentos muy bonitos en los que pueden crear mucho vínculo entre ellos. ¡Ah! Y hacédselo saber al papá: "papá, este es vuestro momento, yo os dejo solos" (además, si es vuestro primer hij@, puede ser vuestro momento de desconexión también... y si es el segundo pues el momento que dediquéis en exclusiva a alguno de sus hermanit@s).
- Intentad buscar momentos (o momentitos) que solo sean del papá y de la mamá... (esto también os ayudará a vosotras seguro), algo tan sencillo como ver una peli juntos (si el bebé os deja, mientras le dais el pecho, por ejemplo... poco a poco), o dejar al bebé "media horita" con algún abuel@ o tí@, o con alguna visita con la que haya confianza, e iros a dar una vuelta a la manzana (haciendo de tripas corazón muchas veces, lo sé, porque sabéis que es muy probable que el bebé llore y os busque ese ratito, pero seguro que también os ayuda a vosotras).
- Valorad y elogiad al papá delante de las visitas, para que se den cuenta (papá incluido) de lo bien cuidad@s que estáis el bebé y tú (y dejen de presionarle, leñe).
- Y si le valoramos delante de las visitas... es justo y necesario que lo hagamos también en privado. J y yo intentábamos, antes de dormirnos, darnos gracias por cosas concretas que habíamos hecho el uno por el otro a lo largo del día, y pedirnos perdón por cosas que no habíamos hecho bien o con las que habíamos herido al otro (ahora la vida nos come y casi no coincidimos ni en la cama 😂 pero lo hacemos en las Asambleas Familiares). Creo que es una práctica muy sanadora... sobre todo en momentos tan críticos. A nosotros nos ayuda mucho, aunque a veces cuesta, como todo.
- Dejadle hacer "piel con piel" desde el hospital para que papá y bebé sigan creando vínculo, si hacéis porteo dejad que lo portee él también (si quiere, claro)...
- Hacedle participar de la vida del bebé desde pequeñito: hacedles partícipes de las decisiones que atañen al bebé, de las revisiones del pediatra (nosotros las cogimos en turno de tarde para poder ir los dos), de lo que observáis al pasar tiempo con el pequeño, de los logros de cada día, de las dificultades, de sus necesidades...
- Pero también haced caer en la cuenta al bebé de la presencia de papá desde bien pequeñito (poco a poco se irá dando más cuenta): "ahora papi te da un besito, vamos a llamar a papá... papaaaa, ¡mira quién ha venido, si es papá!, ¿dónde está papá?..." esas cosas...
- Si el papá coge al bebé y el bebé llora... intentad aguantar un poco, no vale ir corriendo a quitárselo (lo sé, "la naturaleza" muchas veces juega en nuestra contra 😂), dejad que el pobre intente calmar al bebé, y sobre todo... no le hagáis sentir un inútil diciendo cosas como "es que no lo haces bien, es que no le gusta así, le gusta asá..." (no sé si se nota pero otra vez entono el mea culpa).
- De nuevo, no estéis hablando constantemente del bebé y las cosas del bebé...
- Dadle mucho cariño a vuestro bebé, pero no os olvidéis de seguir dándole mucho cariño también al papá.
Y estas cositas son las que se me fueron/han ido ocurriendo que podemos hacer por los papás... ¡Pero se aceptan todas las sugerencias que tengáis! Como veis... no son nada del otro mundo, son cosas muy evidentes pero en las que, a lo mejor, si no nos paramos a pensar, ni caemos (yo de hecho no me acordaba de muchas de ellas hasta que me he puesto a escribir este post...).
Y sí, sé que en esos momentos un "gracias" puede ser como una montaña (porque estás hasta el gorro de todo), pero será una montaña que allanará otros caminos... seguro 😉... y jolín... se lo merecen... ¡vaya si se lo merecen!
¿Habíais caído en la importancia de cuidar a los papás en el postparto? ¿Se os ocurren otras cosas para hacerlo? ¿Qué cosas hacíais vosotras? ¡Contadme por aquí o en RRSS!
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