OS PRESENTO A MIGUEL, "EL SER MÁS NOBLE Y DELICADO DE LA CREACIÓN" (María Montessori)

Ayer, en mi "Nochebuena personal" no solo reviví lo que debió sentir Ella, sino que además cerré heridillas que quedaban de la Nochebuena ETERNA del pasado Diciembre en la que, a días, perdía las esperanzas de conocer en este mundo a mi 4º "Ser más noble y delicado de la Creación"(María Montessori)

Pero una vez más tengo la suerte de abrazar a mi pequeñito Sagrario Particular: La Virgen María abrazó al mismo Dios, pero a nosotras se nos concede también abrazarlo escondido en nuestros recién nacidos (sigo rezando para que se os conceda también a todas las que sé que deseáis hacerlo)

Igual pensáis que exagero, pero al mirarle me doy cuenta de lo perfecto que es, de lo increíblemente bien hecho que está y de que no hay nadie ahora mismo en el mundo que venga más directamente del Creador que él, y tengo la misma sensación que cuando estoy delante de Dios "escondido" en el Sagrario: Tocar a un recién nacido es como tocar a Dios, mirarle es como mirar a Dios, abrazarle es como abrazar a Dios.

La relación entre Dios y él es un hecho, además de un misterio inabarcable. Es una relación tan profunda que comienza incluso antes de que se desarrolle el intelecto (para mí, en el mismo momento de la concepción, o incluso antes, en el momento en el que Dios nos piensa) porque su relación no es de conocimiento, es de esencia, de almas, de corazón a corazón, de profundidad a profundidad, de criatura y Creador (Sofía Cavalletti)

Dios y el niño se entienden de manera natural porque Dios lo ha querido así y así ha creado al niño, con su misma esencia: el Amor. María Montessori descubrió que el niño es una fuente de amor, un amor difícil de definir por su grandeza y muy similar al q describe San Pablo en su carta a los Corintios.

Es un amor tan grande que une directamente a Dios con el niño y hace que ambos se necesiten, no como una carencia, sino porque ningún otro amor humano se corresponde con su grandeza (ni siquiera el de sus padres):

"Dios, que es amor, y el niño, que pide el amor más que la leche materna, se encuentran en una correspondencia especial de naturaleza"

~Sofía Cavalletti. El potencial religioso del niño (3-6 años)~

Hoy os confirmo de nuevo que: "he conocido el Amor y he creído en él" porque "Dios es amor y quien permanece en el amor" como ahora Miguel "permanece en Dios y Dios en él" (1 Jn 4, 16)

Así que os presento al Amor escondido en Miguel: "Contempladlo y quedaréis radiantes" (Sal 34, 6)

PD: Si queréis conocer la importancia que tienen las noches y las "primeras noches" en mi maternidad, os dejo aquí este post en el que hablé un poquito de ello y este otro.

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