(Ya sabéis que el marketing no es lo mío... así que va post larguito que lo que tengo que contar es muy personal y lo quiero contar 😂)
Por fin, después de casi toda una vida, pero sobre todo, después de 5 años muy intensos de intentos y frustraciones, puedo decir que LO HEMOS CONSEGUIDO: ¡Tengo mi propia tienda online!
Y digo "hemos" porque sola no habría podido, tengo a un equipo enorme detrás: un marido que me apoya en absolutamente todo aunque suene descabellado y le traiga quebraderos extra de cabeza, unos hijos que están deseando saber exactamente qué es eso de hacer cosas para venderlas por Internet y que han entendido que pueden jugar toda la tarde con su padre para que yo pueda coser porque a mí me tienen el resto del día, unos padres y hermanos que han soportado pacientemente mis montañas rusas emocionales y mi lado creativo-caótico durante muchos años y me animan en todo lo que me propongo, un abuelo que lleva años diciéndome incansablemente que haga fotos a lo que hago y lo ponga en Internet, una tía y una abuela que se acuerdan de mí cada vez que tienen que hacer algún regalito a otras madres... y muchos amigos y amigas que llevan años diciéndome cosas del tipo: "venga, que tú puedes, que va a salir, que sí, que sale, ya verás, sería genial, me encanta esto, hazme uno para mí, ¿cómo lo llevas?, ¿en qué te ayudo?, ¿qué necesitas?, testea con nosotros, venga que rezamos, prueba esto que he encontrado que te va a servir..." y que valen oro...
...Y además, un montón de personas que están (estáis) ahí, al otro lado de la pantalla, que leéis lo que escribo fielmente y que sin saberlo, también sois parte fundamental del equipo.
No es una mega tienda, ni una tienda perfecta, sino más bien una humilde tiendecilla en la que iré aumentando los productos poco a poco (y mejorando estéticamente hablando), porque como dice una amiga muy sabia que tengo: a veces, hecho es mejor que perfecto.
¿De qué es nuestra tienda online?
Esta tiendecita es otro sueño hecho realidad. Como os conté en el post de las 30 cosas sobre mí, siempre quise ser 3 cosas: esposa, madre y... artesana 😂 bueno y algunas cosas más como granjera de granja-escuela 😜. Fuera de bromas, sí, una de las cosas que siempre he querido ser es artesana. Me encanta crear cosas con mis propias manos y disfruto muchísimo el reto de conseguir que salga algo lo más parecido posible a todo lo que tengo en mi cabeza. A veces sale bien, otras sale fatal y algunas pocas, lo que sale supera a lo que había en mi cabeza.
Y esta vez, de mi cabeza ha salido CON M DE MARÍA, una pequeña tienda online en la que se mezclan todas mis pasiones (yo, lo del foco, como lo del marketing... no lo llevo nada bien 😂), a saber: la maternidad, la crianza respetuosa, Montessori, Disciplina Positiva y la Fe. Así que en este pequeño huequito online subiré productos para vivir la ma-paternidad de manera consciente y respetuosa, cositas para los más pequeños como arrullos, cambiadores, juguetes... Algunos materiales inspirados en la Filosofía Montessori, detallitos para vivir esta etapa tan bonita desde la Fe y próximamente, mis propios cursos y talleres de Disciplina Positiva y de Montessori en Casa.
Todo desde una perspectiva de intento de conciliación familiar y laboral y sin renunciar a mi vocación de esposa-madre-maestra, que seguirá siendo mi prioridad.
¿Lo conseguiré-mos? (Equipazo... preparaos que vais a tener que seguir dando soporte a esta montaña rusa, cuento con vosotr@s 😜)
¿Y por qué Con M de María?
Pues porque se parece a Con S de Mamá pero es algo un poco diferente al blog, y quiero que sean cosas unidas pero diferentes.
Además, María, es un nombre que me encanta (si M hubiera sido chica habría luchado por ese nombre 😁). Un poquito va en honor a la Doctora Montessori que tanto ha cambiado mi vida y otro poquito... pues sí, va en honor a la Virgen María y no podía ser de otra manera, porque en esto de la maternidad... creo que sabe bastante, así que es mi manera de poner este pequeño proyecto en sus manos de Madre para que, si ella quiere, utilice las mías como instrumento para llegar a muchos hogares.
¿Y por qué me meto ahora en "este berenjenal"?
¡Porque era el sueño que me quedaba por cumplir! Lo de ser artesana creo que lo decidí cuando mi padre montó su propia tienda. No os sé decir la edad exacta que tenía la verdad, unos 10-11 años creo, pero fue una de mis épocas favoritas. Recuerdo los días que íbamos a ver calles para buscar el local y también recuerdo lo bonito que me pareció el local que encontramos, con una escalera de caracol en el centro y una ventana preciosa en el fondo.
Recuerdo pasar noches envolviendo pendientes y accesorios varios en bolsitas, poniendo códigos de barras y pintando paraguas con mi padre y por supuesto recuerdo ir con él a la tienda los sábados por la mañana. Recuerdo el olor, la radio encendida, las conversaciones con mi padre, el silencio, las clientas, los lienzos llenos de pendientes colgando por las paredes y las napolitanas de chocolate que nos tomábamos a veces para desayunar, los veranos recorriendo ferias de distintos pueblos y buscando artesanos para que hicieran cosas preciosas para nuestra tienda, las ferias de IFEMA viendo más posibles proveedores, los carteles de "Cerrado por Vacaciones" que se le ocurrían a mi padre y los pedidos que hacíamos "+1 para mí" porque me encantaba tooooodo lo que vendíamos en la tienda y mi padre me regalaba ese +1 que pedíamos a veces. Y recuerdo... que allí fue donde le dije que había encontrado a J 💕
Y también recuerdo a mi madre. La recuerdo apoyando en todo a mi padre, recorriendo las ferias con él, eligiendo productos, convirtiendo pareos que habían sobrado del verano en blusas chulísimas, aprendiendo a hacer pendientes con un kit de Almacenes Cobian y unas revistas y pintando neceseres con pinturas de tela.
Creo que no eran conscientes de todo lo que influían en mí esas cosas que hacían... pero sí, influyeron muchísimo porque yo solo pensaba por dentro en que de mayor quería ser artesana, aunque de momento en vez de recorrer ferias de pueblo en pueblo, vaya a empezar por el mundo online 😂.
Y por eso estoy aquí, lanzándome a la piscina después de muchos años de pensar, repensar, mirar, remirar, invertir, perder, equivocarme, acertar, APRENDER... y sobre todo, querer y no poder porque mi vida desde que nació S se transformó en caos absoluto.
Hoy he asumido que puedo pasarme la vida entera intentando "acabar con el caos"... y nunca acabaría con él, pero ¿sabéis qué? Que me he enamorado de mi caos hasta tal punto que ya no quiero que acabe (aunque a veces me queje, una cosa no quita la otra 😜), así que así, con caos, me lanzo a la piscina y que sea lo que Dios quiera, pero yo voy a ser esposa, madre y artesana 😉.
Sin más, (que ya os he contado bastante 😂) os presento mi tiendecita online: CON M DE MARÍA
"Equipazo que está detrás": ¡Lo hemos conseguido!
¡Espero que os guste!
y en Facebook @conSdeMama
Qué belleza leerte, me ha encantado la concepción del trabajo unido a la vocación a la que uno ha sido llamado.
ResponderEliminarLa tragedia de la vida no reside en no alcanzar un objetivo, más bien en no tener un objetivo que alcanzar. Muchas Gracias.
Qué ilusión tu comentario, muchísimas gracias :-)
EliminarAl final, toda nuestra vida debería ser parte de esa llamada a una vocación concreta, aunque a veces la relación no sea tan evidente y solo la sepa Dios y no nosotros
Doy gracias de poder compartir nuestro camino con vosotros! Un abrazo