Seguimos con esta sección de Cocinando con Peques y hoy os traemos una receta muy especial, muy fácil, muy rápida y que está "dilisiosa" (by S): las famosas Palmeritas de Hojaldre.
La historia detrás de las palmeritas
Ya os conté que en casa nos cocina papá (yo soy de las que se olvida de echar el agua a los macarrones...), además se le da genial, siempre está buscando platos nuevos que puedan gustarnos y muchos fines de semana mientras nosotros dormimos unas horitas más, él se levanta y nos prepara desayunos sorpresa dignos de reyes (tortitas, roscón, brownie...)
Así que S y yo pensamos que una forma de decirle a papá cuánto le queremos podría ser sorprenderle a él con una merienda cuando volviera del cole el día de San Valentín.
Ya, pero... ¿Y por qué palmeritas?
Pues en primer lugar porque su forma nos recordaba a la de un corazón, y nos parecía muy propio de esta celebración.
En segundo lugar porque sabemos que a papá estas palmeritas le gustan mucho.
Y en tercer lugar... porque cuando J y yo éramos novios y yo ya tenía muchas, muchíiiisimas ganas de casarme con él, intenté ponerme a tope con la cocina para que viera que uno de los inconvenientes que él mencionaba cuando yo sacaba el tema "boda" (que no sabíamos cocinar) se podía solucionar en un periquete con algo de empeño... y una de las primeras cosas que le cociné para demostrárselo fueron estas palmeritas (como veis cogí lo más fácil que encontré XD). Ahora lo recuerdo y me da la risa al pensar en mi inocencia... pero para nosotros es un recuerdo muy entrañable.
Le puse mucho empeño pero ni él se casó conmigo porque yo supiera cocinar (porque no sabía en absoluto XD) ni finalmente esa circunstancia ha sido un inconveniente para nuestro matrimonio, más bien, ha sido y es uno de los actos de amor y entrega más grandes y escondidos que hace a diario mi marido... Ahí queda eso :)
La receta
Bueno, y después de esta introducción... vamos con la receta. Como veis es una receta perfecta para hacer con niños porque es facilísima. Eso sí... tiene mucho azúcar (es lo que hace que se pegue el hojaldre así que tampoco se puede reducir mucho la cantidad), pero en casa tenemos el acuerdo de que un día... es un día.
Ingredientes:
Paso a paso:
Por último las metemos al horno: 190º durante 20 minutos. Después les damos la vuelta (queman muchísimo, así que con espátula o pinzas) y las dejamos en el horno 2 minutos más por el otro lado.
Una experiencia Sensorial y muy enriquecedora
Así que S y yo pensamos que una forma de decirle a papá cuánto le queremos podría ser sorprenderle a él con una merienda cuando volviera del cole el día de San Valentín.
Ya, pero... ¿Y por qué palmeritas?
Pues en primer lugar porque su forma nos recordaba a la de un corazón, y nos parecía muy propio de esta celebración.
En segundo lugar porque sabemos que a papá estas palmeritas le gustan mucho.
Y en tercer lugar... porque cuando J y yo éramos novios y yo ya tenía muchas, muchíiiisimas ganas de casarme con él, intenté ponerme a tope con la cocina para que viera que uno de los inconvenientes que él mencionaba cuando yo sacaba el tema "boda" (que no sabíamos cocinar) se podía solucionar en un periquete con algo de empeño... y una de las primeras cosas que le cociné para demostrárselo fueron estas palmeritas (como veis cogí lo más fácil que encontré XD). Ahora lo recuerdo y me da la risa al pensar en mi inocencia... pero para nosotros es un recuerdo muy entrañable.
Le puse mucho empeño pero ni él se casó conmigo porque yo supiera cocinar (porque no sabía en absoluto XD) ni finalmente esa circunstancia ha sido un inconveniente para nuestro matrimonio, más bien, ha sido y es uno de los actos de amor y entrega más grandes y escondidos que hace a diario mi marido... Ahí queda eso :)
La receta
Bueno, y después de esta introducción... vamos con la receta. Como veis es una receta perfecta para hacer con niños porque es facilísima. Eso sí... tiene mucho azúcar (es lo que hace que se pegue el hojaldre así que tampoco se puede reducir mucho la cantidad), pero en casa tenemos el acuerdo de que un día... es un día.
Ingredientes:
|
Utensilios:
- Bandeja (en la que quepa la hoja de hojaldre)
- Cuchillo
- Papel vegetal/de horno
1. Espolvoreamos azúcar por toda la bandeja |
2. Extendemos la lámina de hojaldre encima del azúcar de la bandeja y apretamos con las manos para que se pegue bien el azúcar |
3. Damos la vuelta a la lámina y repetimos el proceso por el otro lado |
4. Doblamos los extremos hacia el centro unos 3cm (les he marcado el centro de la lámina para que lo usaran como guía) y echamos azúcar sobre los dobleces |
5. Volvemos a doblar y echamos azúcar |
6. Repetimos esta operación tantas veces como sea necesario hasta que se junten los dos extremos en el centro de la lámina |
8. Vamos colocando las palmeritas en la bandeja del horno (hemos aprovechado el papel de la lámina de hojaldre). Intentamos que estén separadas (se inflan mucho) y las abrimos con forma de V |
Por último las metemos al horno: 190º durante 20 minutos. Después les damos la vuelta (queman muchísimo, así que con espátula o pinzas) y las dejamos en el horno 2 minutos más por el otro lado.
Para usar el horno, S lo abre con sus guantes de horno, y yo meto y saco (nunca dejo que lo haga él) y R nos espera en la puerta mientras sopla XD.
Dejamos enfriar las palmeritas y ¡listo!
¡Y así de bonita y rica nos ha quedado esta sorpresa para papá! La hemos decorado con corazones de papel que ha hecho S a lo largo de la semana con su perforadora, y además S le ha preparado un paquetito sorpresa de lo más especial por pura iniciativa suya, lleno de regalos que ha creado él solo durante estos días de manera completamente autónoma y autodirigida (vamos que yo lo único que hice fue comprarle una perforadora con forma de corazón... y ya XD) Si es que estos niños... son preciosos y captan lo que se vive a su alrededor a la primera.
Una experiencia Sensorial y muy enriquecedora
Como podéis intuir en las fotos ha sido una experiencia muy divertida y enriquecedora para los niños (y para mí). R ha participado como la que más, sobre todo metiendo la manita en el azúcar XD, y es que esta receta, además de estar riquísima ofrece una experiencia sensorial muy gratificante y completa:
Ya me callo...
Hoy hemos celebrado San Valentín en familia, pero ahora nos toca a J y a mí poner fecha para hacer un plan romántico nosotros solos... porque nosotros como matrimonio también tenemos que cuidarnos :)
- Hemos tocado y jugado con el azúcar y nuestras manos (dibujando, extendiendo, notando sus granitos en nuestra piel y el roce con la bandeja y la lámina de hojaldre...)
- También la hemos probado por supuesto... el sabor dulce nos encarta XD
- Hemos olido el azúcar avainillado con los ojos cerrados, para disfrutar de su aroma y distinguirla del azúcar blanco (solo se distinguen por el olor y el sabor)
- Por último y no menos importante... R ha hecho la fiesta del laurel en el suelo (en el momento en el que en el paso a paso desaparecen las manos de R...) y hemos tenido la oportunidad de ejercitar con ello la paciencia y contención (mamá), el consiguiente ejercicio de limpieza (R) y la cooperación (S)
Ya me callo...
Hoy hemos celebrado San Valentín en familia, pero ahora nos toca a J y a mí poner fecha para hacer un plan romántico nosotros solos... porque nosotros como matrimonio también tenemos que cuidarnos :)
¿Y vosotr@s? ¿Cómo habéis celebrado este día? ¿Seguís buscando huecos para hacer planes románticos con vuestra pareja? ¡Contadme en comentarios!
¡No te pierdas nada!
Suscríbete al blog y deja tu correo para que te lleguen todas las novedades
Síguenos en Instagram @con_s_de_mama
y en Facebook @conSdeMama
Búscanos en Madresfera a través de la insignia del menú desplegable
Síguenos en Instagram @con_s_de_mama
y en Facebook @conSdeMama
Búscanos en Madresfera a través de la insignia del menú desplegable
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario :)