Ayer os conté por Instagram, a raíz del Propósito de Adviento que nos tocaba, lo importantes que son para nosotros las Asambleas Familiares como herramienta de Disciplina Positiva. Notamos muchísimo cuando nos faltan esos momentos de parar, mirarnos a los ojos, escucharnos atentamente unos a otros y sentirnos tenidos en cuenta e importantes.
Pero desde que empezamos a hacer cajas para la mudanza, las Asambleas Familiares se perdieron en mitad del caos del cambio de casa (y ahí han seguido hasta esta tarde, espero). Y esta falta la hemos notado mucho. Es verdad que podemos solucionar las cosas (o intentarlo) sobre la marcha del día a día, pero os prometo que no es para nada lo mismo. Es la diferencia entre ir apagando fuegos con una pistola de agua o ir al foco del incendio con una buena manguera, y la vida nos lo demuestra constantemente.
Al principio del blog os conté cómo habíamos empezado a instaurar esta dinámica en casa y hoy os actualizo y os cuento en más detalle qué son, cómo se proponen desde la Disciplina Positiva y cómo las hemos llevado a cabo este año (o parte de él), con S de 4 casi 5 y R de 2 casi 3 años... y M... que también cuenta 😊
¡Al lío!
¿Qué son las Asambleas Familiares?
Las Asambleas o Reuniones Familiares son una herramienta que propone la Disciplina Positiva para solucionar conflictos, gestionar el tiempo o hacer planificaciones dentro del ámbito familiar intentando tener en cuenta las necesidades y deseos de todos y cada uno de los miembros de la familia. Además enseñan habilidades sociales y para la vida, favorecen el ambiente de respeto, la conexión familiar, la visión del error como motor del aprendizaje... ¡Un montón de cosas!
En definitiva... que es cierto que requieren parar nuestro frenético día a día pero son una dinámica familiar muy beneficiosa:
"Las Reuniones Familiares enseñan al niño que se le valora como miembro capaz de la familia, y se sorprenderá usted del ingenio y creatividad del preescolar. Los niños pequeños son capaces de ofrecer cumplidos, ayudar a solucionar problemas, planificar actividades lúdicas familiares y aprender a expresar sus necesidades de manera positiva y sorprendentemente agradable (...) Favorecen la creación de respeto mutuo, comprensión y cariño."
~Jane Nelsen, Cheryl Erwin y Roslyn Ann Duffy en DISCIPLINA POSITIVA PARA PREESCOLARES~
¿Cómo hacer Reuniones con niños muy pequeños (0-6 años)?
Otra de las maravillas de las Asambleas Familiares es que van evolucionando con el crecimiento de la propia familia. A medida que los niños van siendo mayores, los problemas, las características de niños y adultos y las circunstancias familiares, van cambiando, y ver eso también es un proceso precioso.
Como nuestros hijos son aún pequeños (5 años, 3 años y 9 meses), nosotros lo hacemos de la siguiente manera:
- Antes de empezar vamos al baño y bebemos agua para asegurar que nuestras necesidades más básicas estarán cubiertas y no nos van a desconcentrar de la reunión.
- Intentamos que sean reuniones cortas y concisas, ya que el tiempo de atención de los niños a estas edades es corto (aunque tampoco hay que subestimarles...) Yo he comprobado hace nada que el tiempo de concentración de S es notablemente mayor que el de R en este tipo de dinámicas, pero hace nada S duraba "tan poquito" (o "tan muchito") como R ahora.
- Respetamos y damos prioridad a ese tiempo en familia. Es decir, nos obligamos a: PARAR, FIJAR UN DÍA EN EL CALENDARIO Y RESPETARLO. Además... dejamos fuera los teléfonos móviles. Creemos firmemente en que así como nosotros valoremos ese tiempo en familia, lo valorarán los más pequeños en el momento presente y también en el futuro.
- Tenemos un lugar especial para hacer esas reuniones. No es cuestión de espacio, sino de una ambientación diferente, que puede ser de "quita y pon". Por ejemplo en nuestra casa vieja poníamos la manta de picnic en el suelo y nos sentábamos todos encima. Ahora tenemos un rinconcito con unos puffs muy chulis que vamos a usar para las Asambleas familiares. El ambiente que se crea favorece la predisposición a la reunión.
- Hacer una ronda de cumplidos y agradecimientos. Nosotros hacemos la dinámica del PERDÓN y GRACIAS, es decir, cada miembro de la familia puede pedir perdón a otro miembro por algo y dar gracias por otra cosa. Es una pasada las cosas que salen de la boca de los niños, de verdad. Por supuesto, es una iniciativa voluntaria (no debemos obligarles a hacerlo) y los adultos debemos ser los primeros en modelarla con nuestro ejemplo (os imagináis la cantidad de veces que nos ha tocado comernos nuestro ego y pedir perdón al otro en medio de una Asamblea familiar... son un recurso estupendo 😂). En las primeras asambleas hacíamos este paso al principio, ahora lo hacemos para cerrar y suavizar el ambiente si hemos tenido que "luchar" mucho para resolver el conflicto del día.
- Al principio hacemos una Oración al Espíritu Santo... pero eso es un añadido personal de familia creyente, más que de Disciplina Positiva (si no sois creyentes podéis saltar este paso 😁).
- Respetamos la libertad y necesidad de movimiento de los peques... No podemos pretender que estén quietos, sentados, sin mover un músculo, mucho tiempo (por supuesto hay peques y peques... yo en concreto tengo una lagartija que se llama S que necesita mucho este punto), así que lo tenemos muy en cuenta.
- Usamos un bastón de turnos: Podemos utilizar un elemento (cualquiera: una cuchara, un juguete, un palito... lo que se les ocurra) para ir pasando el turno de palabra. Solo puede hablar quien tenga el bastón, el resto nos ponemos la cremallera (haciendo el gesto, para concienciarnos mejor), abrimos bien los ojos y encendemos las orejas (esto les encanta). Para pedir el turno levantamos la mano. Hasta ahora estábamos utilizando un micrófono que hicimos con un rollito de cartón del papel higiénico. La idea del micro es muy visual también y creo que ayuda bastante (pero después de la mudanza, no lo encuentro 😒 así que hoy tendremos que usar otra cosa).
- Tenemos una Agenda Familiar en la que vamos apuntando o dibujando las propuestas o los conflictos que surgen durante la semana y que van a ser el punto del día. La Agenda está bien visible y a disposición de los peques por si la necesitan utilizar en cualquier día o momento de la semana. Con niños tan pequeños... raro es el día que nos da tiempo a seleccionar más de un conflicto por Asamblea 😂 (téngase en cuenta también...). Es un simple cuadernito con un boli, no necesitamos más (la foto es del año pasado, pero para que os hagáis una idea).
Vale... y cuando ya estamos todos dispuestos para la reunión ¿qué se hace?
Pues como os contaba, nosotros empezamos invocando al Espíritu Santo, para que nos asista en la reunión.
Luego recordamos muy rápido qué hablamos en la reunión anterior y qué soluciones habíamos propuesto y vemos si han funcionado o no. Si no han funcionado y lo vemos factible, buscamos nuevas soluciones.
Después, si no hemos estado mucho tiempo en el anterior punto, vemos la Agenda Familiar y los conflictos que hay en ella. Votamos el conflicto a resolver (si hay más de uno) y buscamos soluciones entre todos. Preguntamos: "¿Qué se os ocurre que podemos hacer para...?", "¿Cómo podemos conseguir...?", "¿Cómo podemos ayudar a...?"
Cada uno va pidiendo turno y va exponiendo sus ideas. Las anotamos TODAS y cada UNA, porque todas, hasta las más "descabelladas" son importantes.
Cuando ya tenemos unas cuantas, las leemos y votamos cuáles se quedan o cuáles son un poco "locas" como dice S.
Nos proponemos ponerlas en práctica durante la semana (si necesitamos recordarlas las apuntamos o dibujamos en un folio que ponemos visible o hacemos una rueda de opciones si lo vemos necesario o útil).
Después de esto, hacemos cumplidos, perdón y agradecimiento, y solemos acabar jugando a algo todos juntos.
Otras veces, en lugar de conflictos, planeamos actividades familiares, que también mola mucho 😊... pero no nos vamos a engañar... las que más... conflictos 😀
¿Y M?
Pues M cuando está despierto está con nosotros y participa como uno más... a su manera claro (hasta ahora, tomando el pecho, pero hoy imagino que estará reptando o trepando por encima nuestro), pero le dejamos estar porque es un miembro muy importante de nuestra familia. Si, por el contrario, coincide que se ha dormido un ratito... Pues le dejamos descansar, que es un bebé y en ese momento es lo que necesita 😉
Lo que intentamos evitar es el planteamiento de "vamos a hacer la reunión ahora que M se ha dormido". Cuando R era pequeña lo hacíamos así con S... y el resultado final no fue positivo ya que S se empezó a molestar cuando R dejó de echarse siestas y se quedaba en las reuniones. Para él, esas reuniones, eran su ratito especial con Mamá y Papá, y eso del ratito especial ya sabemos que es fundamental... pero no es la idea de las Reuniones Familiares. Al menos así lo vemos nosotros, como un ratito especial pero DE LA FAMILIA AL COMPLETO.
¿Y vosotros? ¿Hacéis Reuniones con niños tan pequeños? ¿Cómo resolvéis los conflictos en casa? ¿Cómo hacéis a los niños partícipes de la resolución de esos conflictos familiares?
¡Os leo aquí o en RRSS!
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