Os presento nuestro nuevo proyecto en el que llevamos inmersos desde antes de Navidad. Y es que así es esto del aprendizaje basado en proyectos , se sabe cuándo se empieza pero no cuándo termina ni qué ocurrirá por el camino... y parece que ni siquiera yo termino de asumirlo todavía, me sale la vena de maestra y se me escapa el programar 😂 Menos mal que mis hijos me recuerdan cada día que esto no va de programaciones...
Comenzamos este proyecto un poco antes de Navidad porque tuvimos la suerte de ver desde nuestra ventana varios días seguidos arcoíris tan espectaculares como este doble (la foto no le hace justicia...). Nunca habíamos (me incluyo) podido pararnos a contemplar tanto tiempo, tantas veces y con tanto detalle este regalo de la naturaleza. Veíamos casi un arcoíris por día y evidentemente, este maravilloso espectáculo empezó a suscitar muchas preguntas en S y R, comenzaron a dibujar arcoíris en todos sus dibujos, se levantaban todos los días buscando un arcoíris nuevo por las ventanas y se convirtió casi en un monotema entre nosotros (tanto que R que quería su habitación nueva entera de rosa ahora la quiere decorada con arcoíris) 😂.
Al principio no pensé que ese tema "diera" como para hacer un proyecto como los que habíamos hecho antes, lo veía como un interés muy limitado o condicionado... pero a medida que iban pasando los días me di cuenta de mi error, cambié de opinión y pensé que igual podíamos hacer un "mini proyecto" de una semana de investigación sobre el arcoíris... y a medida que pasaban más y más días y descubríamos más y más cosas el mini proyecto se convirtió en un mega proyecto que ha derivado en unos cuantos subtemas, en el que ha participado hasta el pequeño M y que estamos deseando compartir con vosotros.
¿Nos acompañáis en estos nuevos descubrimientos?
Al principio hubo un poco de decepción, pero superado ese primer momento llegaron las preguntas (de verdad que me alucina cada día más cómo funciona el pensamiento de los niños...) La primera pregunta que se hicieron y por la que inevitablemente surgió el proyecto, fue esta: ¿Por qué ayer sí y hoy no?
Obviamente para mí estaba muy claro, ese día estaba tan nublado que no había ni un rayo de sol que formara el arcoíris, pero si les doy la respuesta... el aprendizaje es menos significativo y no habríamos tenido proyecto, así que, sobre la marcha, se me ocurrió sacar la foto del arcoíris del día anterior y decirles que observaran la foto y todo lo que aparecía en ella y que después compararan la foto con el paisaje que veían ese día por la ventana.
Les pedí que pensaran qué cosas veían iguales que en la foto y qué cosas había diferentes. Estuvieron un buen rato frente a la ventana (un buen rato es que me dio tiempo a preparar los desayunos mientras... unos 10 minutos) y era genial escuchar sus ideas, tan genial que salí de la cocina (el desayuno podía esperar) y saqué la pizarra para apuntar su lluvia de ideas:
(Aún no saben leer pero vernos leer y escribir a nosotros es una motivación estupenda para querer aprender)
Y eso tan simple hicimos para iniciar nuestro nuevo proyecto: una lluvia de ideas en la pizarra. Utilicé la lluvia de ideas para orientar el proyecto, con sus aportaciones vemos lo que saben (como veis en la foto, dieron bastante en el clavo) y podemos partir de ahí para dar el siguiente paso en nuestro proyecto y que puedan confirmar o descartar sus hipótesis con lo que hagamos.
Ah! Y de nuevo, lluvia de ideas es lluvia de ideas, nada más, nosotros no podemos decir nada, bueno, mejor aún, nosotros podemos intrigarles más en el misterio precisamente no diciendo nada y haciendo la pregunta mágica:
¿Os parece que hagamos un proyecto sobre el arcoíris y lo averigüemos?
Podéis imaginar que su respuesta fue un rotundo SIIIIIIIIIIIII!!!!!
¡Me encanta, cómo lo echaba de menos!
En breves os enseño el primer experimento que hicimos para nuestro nuevo Proyecto.
¿Nos acompañas?
Gracias por seguir ahí 😊
y en Facebook @conSdeMama
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